Mientras mis defensas luchan contra un virus sencillo de matar, yo estoy en la cama con un häagen dazs, escuchando a Caetano Veloso y María Gadú y recordando cuántas historias maravillosas he vivido.
Tengo 27 años y muchas vidas por vivir. Sin duda en mi existencia también he vivido muchas. Ya no soy aquella niña a la sus padres le llevaban de clase de sevillanas a la de natación y de la de natación a la de bádminton. La que no dormía la noche del 1 de agosto porque sabía que su padres estaban preparando las cosas para ir de vacaciones. Continuar leyendo «Sábado de gripe: mil y una Jenifer pasadas y futuras.»